
SIPCA
Sistema de Información del Patrimonio Cultural Aragonés
Para terminar con las novedades correspondientes a 2024, fruto de nuestro empeño en seguir mejorando la información ofrecida a través de nuestros catálogos web, os informamos de que hemos incorporado a nuestras bases de datos y publicado 1142 fo...
Es el Real Seminario de San Carlos Borromeo uno de los monumentos más destacados de Zaragoza, tanto por su impronta arquitectónica como por su importancia histórica, ya que fue residencia y colegio de la Compañía de Jesús hasta su expulsión en el siglo XVIII, y en la que residió el jesuita aragonés Baltasar Gracián, figura de especial significación en el panorama de las letras barrocas.
Obra heterogénea, de construcción dilatada en el tiempo y resultado del trabajo de numerosos miembros de la Compañía de Jesús, fue en su origen sede de la misma hasta su expulsión en 1767, año en que fue convertido en Real Seminario de San Carlos Borromeo, cumpliendo una importante labor eclesiástica y docente en la ciudad.
El conjunto consta de templo, colegio y residencia, y su construcción se inició con la compra de unas casas existentes detrás del Coso Bajo, en el año 1554, cuyo solar se amplió gracias a la donación de algunas casas más pagadas por Diego Morlanes, protector de la Compañía, en 1557; en este momento comienza a levantarse la obra del colegio.
Dos años más tarde, en 1559, se procede a la ampliación del solar que ocupaba la primitiva capilla del colegio para la construcción de una iglesia de mayores dimensiones; junto a la capilla existía una especie de granero, donde según algunas fuentes había existido una sinagoga judía, lo que motivó su apertura al culto durante varios años con el nombre de Nuestra Señora de Belén, hasta 1574, en que fue derribada para la construcción de la nueva iglesia, la que contemplamos en la actualidad. Fue finalmente inaugurada el 24 de noviembre de 1585, estando aún incompleta a falta de la torre, sacristía, coro y equipamiento interior (Joseph Braun). Se desconoce el autor de los planos, aunque se pueden establecer similitudes con la iglesia de San Esteban de los jesuitas de Murcia. Según el estudioso jesuita J. Braun, el también jesuita Pedro de Cucas fue director temporal de la construcción. A finales del siglo XVI aún no se ha concluido la obra; en 1595-1599 se construye el retablo mayor que existió en origen, realizado por Juan Miguel de Orliens, aunque más tarde sería sustituido por el retablo barroco del hermano Pablo Diego Ibáñez, realizado entre 1723 y 1725.
Otro jesuita, el padre Juan de Lerma, aparece documentado como arquitecto en los aposentos del colegio durante los últimos años del siglo XVI.
Ya en el siglo XVII, en torno a 1628, se realiza la fachada principal del colegio, recayente a la Plaza de San Carlos.
Un devastador incendio el 8 de septiembre de 1671 destruye la zona del colegio y aposentos, interviniendo en su renovación Jaime Busignac y Borbón, que también levantó la portada de la iglesia en 1676-1679 y parte del claustro entre 1679-80.
El jesuita Miguel Bertolín (1646-1680) será el autor de la parte restante del claustro y la ampliación del colegio hasta el Coso Bajo, además del diseño de la escalera.
Hacia 1690 tiene lugar la construcción de la capilla Villahermosa, y a partir de 1723 se produce la gran renovación barroca del interior de la iglesia, a cargo del hermano Pablo Diego Ibáñez, ayudado en su labor por Ambrosio González y Francisco Ventura, y que le otorgará el aspecto con que la contemplamos hoy día, convirtiéndola en uno de los interiores más suntuosos del barroco aragonés.
El momento álgido de construcción de puentes en nuestra región, cuando se levantaron más y mejores obras, tuvo lugar entre los siglos XIII y XVI. Tras haber conocido en nuestro anterior podcast las circunstancias históricas que rodearon y favorecieron la eclosión de este fenómeno durante la baja Edad Media, hoy os proponemos emprender un viaje. A lo largo de antiguas rutas comerciales, cañadas trashumantes y caminos de peregrinación, recorreremos las tres provincias aragonesas, atravesaremos los puentes más interesantes y os descubriremos los más recomendables para visitar.
Jesús Vázquez ObradorSabiñánigo, Comarca del Alto Gállego, 2002